viernes, 27 de marzo de 2009

The Ophiuchi Hotline

Escrita en 1977 por John Varley, The Ophiuchi Hotline (traducida como Y Mañana serán clones en España) narra la historia de Lilo, una investigadora con ideas demasiado avanzadas para su época.

Condenada en una prisión de alta seguridad por haber manipulado el genoma humano empleando los conocimientos facilitados por la "Ophiuchi Hotline"--una fuente de información científica procedente de otra galaxia y que ha disparado el progreso tecnológico de la humanidad--Lilo se salva in extremis con la ayuda de los seguidores del partido "Tierra Libre", que quieren reconquistar el planeta Tierra a los misteriosos invasores que, unos siglos atrás, obligaron al ser humano a expandirse por el Sistema Solar renunciando a su mundo de origen.

¿Quién está enviando esa valiosa información? ¿Qué intenciones ocultas albergan? ¿Quienes son los invasores? ¿Es posible librarse de ellos?

Con aventuras en la Tierra, la Luna, Plutón y algún que otro asteroide, la historia va convergiendo para dar respuesta a todas estas preguntas. Y como en toda buena ciencia ficción, esas respuestas no harán más que dar lugar a nuevas preguntas, más enigmáticas si cabe...

domingo, 15 de marzo de 2009

Star Wars The Exhibition

El traje de Darth Vader, C3PO, R2D2, Yoda...un paraíso para el aficionado a Star Wars.

Y yo me considero uno de ellos.

Pero yo soy de los puristas, no me gustan los últimos (primeros) episodios de la serie, así que no aprecio demasiado la abundante parafernalia de esos episodios que hay en la exposición.

La valoración final es de satisfacción moderada, esperaba ver un X-wing o un Tie fighter a tamaño real, por no hablar del Halcón Milenario. Por lo menos me pude contentar con los trajes de los Wookies (ooouugggh) y los espectaculares dibujos y bocetos originales que sirvieron de base para las primeras películas.

Nos tuvimos que ir sin ver la "Escuela Jedi" un evento interactivo donde te "enseñan" a manejar la espada láser. Esa visita queda pendiente, ya os contaré...


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El Oro del Rey

Siempre que cojo un libro de Pérez-Reverte lo hago con cierto temor, recelando su ritmo tortugil y rebuscado lenguaje--un lenguaje que se acentúa con los arcaísmos propios de la España de los Austrias en las novelas de Alatriste. Aún así, la gran ambientación, el interés histórico y la profundidad de los personajes me hacen volver a recaer.

Alatriste regresa a España tras sus correrías en Flandes, y se ve envuelto en una aventura semioficial: recuperar para el Rey el oro de contrabando que va a llegar a Sanlucar en un barco flamenco. Antes de asaltar el barco tendrá que recorrerse el submundo del hampa sevillana para seleccionar a un grupo de rufianes que le ayuden a llevar a cabo la misión.

Vemos una ciudad donde conviven la opulencia esquilmada de las Indias con unos personajes barriobajeros y decadentes, en concordancia con la decadencia propia del país.

Y vemos el lado más oscuro y frío de Alatriste:

"Diego Alatriste seguía moviéndose a través de aquel páramo personal que era su vida, callado, solitario y egoista, cerrado a todo lo que no fuese la indiferencia lúcida de quien conoce el escaso trecho que media entre estar vivo y estar muerto."
No puedo evitarlo, me cansa Pérez-Reverte. Su pomposidad y barroquismo hacen difícil el disfrutar de sus libros. Pero en pequeñas dosis (el "Oro del Rey" tiene poco más de 200 páginas), y en un entorno histórico tan interesante, la novela no sólo se soporta sino que hasta llega a disfrutarse.