lunes, 7 de marzo de 2011

Dublinesca

Samuel Riba es un editor jubilado, a punto de cumplir los 60 y que--aparte de pasar todo el día navegando por internet--no sabe muy bien que hacer con su vida. De un sueño le surge la idea de viajar a Dublín en el Bloomsday, homenajear a Joyce y hacer un funeral por la muerte de la era Guttemberg en la literatura:
“Un funeral no sólo por el mundo destruido de la edición literaria, sino también por el mundo de los escritores verdaderos y los lectores con talento, por todo lo que se echa en falta hoy en día.”
Introspectiva, melancólica, algo depresiva, la última novela de Vila-Matas es--pese a todo--una lectura agradable y emotiva, con un sentido del humor oscuro y cínico, que disfrutarán más los fanáticos de Joyce (entre los que, por desconocimiento y falta de voluntad, no me incluyo) pero que aún así tiene mucho que aportar quienes nos gusta la literatura en general.

6/10

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